El vertiginoso aumento de la producción de salmones en Chile parece haber contribuido significativamente al desarrollo de la Décima Región y del país. Sin embargo, esto no es así. En primer término, se ha prescindido aproximadamente del 40% de los trabajadores de los centros de cultivo debido a cambios tecnológicos. Por otro lado, los beneficios no han sido traspasados a los trabajadores y, por el contrario, la distribución funcional del ingreso es altamente regresiva.
La industria también ha producido una mayor presión sobre los recursos pesqueros y sobre el uso competitivo de éstos, lo que ha disminuido sistemáticamente las capturas artesanales, provocando un cambio estructural que se ve reflejado en una disminución de los trabajadores que antes se dedicaban libremente a esta actividad y que hoy trabajan como obreros en los centros de cultivo y empresas elaboradoras de salmones.
Hombres tradicionalmente dedicados a la pesca, a la recolección de mariscos y algas y a la agricultura en pequeña escala, han emigrado y pasado de una categoría en la que eran dueños de su propia subsistencia, a una de dependencia de terceros para subsistir.
Para aclarar mejor este tema, los invitamos a ver el link que esta al lado derecho del blog, llamado "Entrevistas actuales en Salmoneras".


